lunes, 8 de junio de 2009

Guerra Frìa y Mundo Bipolar

La "Gran Alianza" que había permitido derrotar a los fascismos europeos y el expansionismo japonés se rompió nada más acabar la guerra. Se iniciaba la "guerra fría". Este concepto designa esencialmente la larga y abierta rivalidad que enfrentó a EE.UU. y la Unión Soviética y sus respectivos aliados tras la segunda guerra mundial. Este conflicto fue la clave de las relaciones internacionales mundiales durante casi medio siglo y se libró en los frentes político, económica y propagandístico, pero solo de forma muy limitada en el frente militar.

1947: El año de la ruptura
El año 1947 marca el fin definitivo de la antigua alianza. En un Europa en la que la reconstrucción no ha comenzado aún, el hambre y el descontento social son el contexto en el que crece y crece la desconfianza entre antiguos Aliados. Mientras los países occidentales desconfían del expansionismo soviético en las zonas donde el Ejército Rojo se ha asentado, los soviéticos se quejan de que los occidentales no envían a la URSS la parte correspondiente de las reparaciones que debían extraerse en sus zonas de ocupación, dificultando la recuperación de una URSS en ruinas.
El año se inició con una clara violación soviética de los acuerdos de Yalta en lo referido a Polonia. Las elecciones se celebraron en enero tuvieron lugar en un ambiente de falta de libertad y arbitrariedad que permitió el triunfo de los candidatos comunistas.

La Doctrina Truman
En febrero de 1947 una alarmante nota del gobierno británico llegó a Washington. En ella se informaba a Truman y a su nuevo Secretario de Estado, George Marshall, de que el gobierno de Londres era incapaz de continuar apoyando al gobierno conservador de Atenas en su lucha contra las guerrillas comunistas griegas. También comunicaba que la nota que Gran Bretaña era incapaz de seguir ayudando financieramente a Turquía.
Los norteamericanos reaccionaron vivamente a esta nueva amenaza. Conscientes de que las zonas bajo dominio soviético eran "irrecuperables", optan por implicarse activamente en la defensa del sur y del oeste del continente. En un discurso pronunciado el 12 de marzo en el Congreso, Truman no solo demandó la aprobación de una ayuda de 400 millones de dólares para Grecia y Turquía, sino que se sentó una verdadera doctrina de política exterior, la Doctrina Truman. Afirmando que EE.UU. ayudaría a cualquier gobierno que hiciera frente a la amenaza comunista, el presidente norteamericano proclama la voluntad de su país de aplicar una política de contención del comunismo ("containment").
Esta nueva voluntad estadounidense tenía su principal desafío en Europa occidental. Aquí la recuperación tras la devastación de la guerra estaba siendo muy lenta o inexistente lo que favorecía la agitación y la propaganda comunista. Francia e Italia tenían poderosos partidos comunistas que podrían ser la base de la expansión soviética al occidente del continente. El nuevo ambiente de enfrentamiento provocó la expulsión de los ministros comunistas que participaban en gobiernos de coalición en París, Roma y Bruselas en el período de marzo a mayo de 1947.

El Plan Marshall
Esta medida no era, sin embargo, suficiente. Para contener al comunismo era necesario poner las condiciones económicos que impidieran su expansión. Así, el 5 de junio de 1947 en un discurso en la universidad de Harvard, el secretario de estado, George Marshall, anunció el Programa de Recuperación Europeo (European Recovery Program), conocido popularmente como el Plan Marshall.
Se trataba de un masivo programa de generosa ayuda económica para Europa. Aunque el Plan servía claramente a los intereses diplomáticos y de potencia de EE.UU., lo que Churchill calificó, quizá exageradamente, como "el acto menos sórdido de la historia", supuso una extraordinaria inyección de ayuda económica que permitió la acelerada recuperación de Europa occidental.
Washington ofreció la ayuda a todos los países europeos, aunque determinó que para recibirla era necesario crear mecanismos de colaboración económica entre los beneficiarios. Este hecho precipitó la negativa de Stalin a aceptar el Plan, forzando a los países que habían caído bajo su esfera de influencia a rechazar la ayuda. El Plan Marshall vino a dividir a Europa en dos: la occidental que va a iniciar un rápido crecimiento económico y la oriental, sometida a la URSS, y que va a tener grandes dificultades de desarrollo. La excepción a esta regla fue la España de Franco, a la que se negó la ayuda por el carácter fascista de su régimen político.
A la vez que EE.UU. lanzaba estaba masiva operación de ayuda, la administración de Truman creó los instrumentos institucionales de la guerra fría al aprobar en julio de 1947 la Ley de Seguridad Nacional por la que se creaban la CIA y el Consejo de Seguridad Nacional.

Conflictos Localizados

La crisis de Berlín y la partición de Alemania
La antigua capital del Reich había sido dividida en cuatro zonas de ocupación y se hallaba situada en el corazón de la zona de ocupación soviética. Las crecientes discrepancias entre los antiguos aliados hicieron de la cuestión de Berlín uno de los temas clave de la guerra fría.
El Golpe de Praga aceleró el enfrentamiento ya iniciado anteriormente sobre la cuestión alemana. Abandonadas las negociaciones para acordar un status político común a la Alemania ocupada tras el fracaso de la Conferencia de Londres en 1947, los representantes de EE.UU., Gran Bretaña y Francia se reunieron y alcanzaron los Acuerdos de Londres (abril-junio de 1948) para iniciar un proceso constituyente en sus zonas de ocupación.
El 18 de junio de 1948, los aliados occidentales dieron un paso más creando una nueva moneda para sus zonas de ocupación: el Deutschemark. Los soviéticos reaccionaron aplicando una reforma en su zona en la que incluyeron a la ciudad de Berlín, a la que consideraban parte integrante de la zona soviética. Cuando los occidentales trataron de introducir el Deutschemark en sus zonas de ocupación de Berlín. Las protestas soviéticas se tornaron en actos: se inició el bloqueo de Berlín. Mediante la interrupción de toda comunicación terrestre entre las zonas de ocupación occidentales y Berlín occidental, Stalin confiaba en que Berlín oeste caería como una fruta madura en sus manos.
La reacción occidental sorprendió al dictador soviético. Los norteamericanos, con una pequeña ayuda británica, organizaron un impresionante puente aéreo que durante once meses y mediante más 275.000 vuelos consiguió abastecer a la población sitiada. Al mismo tiempo, la Casa Blanca hacía saber al Kremlin que no dudaría en usar la fuerza para hacer respetar los "corredores aéreos" que unían Berlín con la Alemania occidental. Stalin había subestimado las posibilidades del transporte aéreo y la resolución occidental a hacerle frente: el 12 de mayo de 1949 levantó el bloqueo de Berlín.
La crisis de Berlín creó un sentimiento fuerte de solidaridad entre los alemanes occidentales y los norteamericanos. Esta situación facilitó la culminación de la partición de Alemania: las tres zonas occidentales se constituyeron en la República Federal de Alemania que se dotó de una Ley Fundamental el 8 de mayo de 1949. Esta constitución establecía una sistema liberal democrático y contó con el visto bueno de las potencias occidentales. La URSS reaccionó en octubre con el establecimiento en su zona de ocupación de la República Democrática de Alemania, un estado creado siguiendo el modelo de las "democracias populares".
Esta partición de Alemania era la concreción en el corazón de Europa de la división bipolar del mundo: sólo unos días antes, el 4 de abril de 1949, se firmaba el Washington el Tratado del Atlántico Norte que daba nacimiento a la OTAN. Nos ocuparemos más adelante del nacimiento de esa estructura bipolar que caracterizó al mundo durante el período de la guerra fría.
La primera bomba atómica soviética
El revés que había supuesto para la URSS el fracaso del bloqueo de Berlín se vio compensado por un acontecimiento que cambió de forma decisiva el equilibrio estratégico mundial: el 29 de agosto de 1949 la URSS experimentó su primera bomba atómica. De repente, el monopolio atómico norteamericano había desaparecido, mucho antes de lo que la mayoría de los analistas habían pronosticado.

La Revolución Comunista China
Una "segundo bomba" se abatió muy pronto sobre el equilibrio entre los nacientes bloques enfrentados: tras dos años de renovada guerra civil, el 1º de octubre de 1949 las tropas comunistas de Mao Zedong entraban victoriosas en Pekín, proclamando la República Popular China. Las tropas nacionalistas de Chiang Kai Chek huyeron a la isla de Taiwan donde establecieron un régimen dictatorial pro-occidental protegido por EE.UU.
En 1950, Mao viaja a Moscú donde concluye diversos acuerdos con la URSS, entre ellos una alianza militar por treinta años "contra Japón o cualquier agresor unido a Japón". El paso del país más poblado del mundo al campo comunista traumatizó al mundo occidental y especialmente a la opinión norteamericana. No obstante, la concordia entre Moscú y Pekín será efímera, abriéndose en el medio plazo un nuevo cisma en el mundo comunista mucho más importante que el que habían protagonizado Tito.

La guerra de Corea 1950-1953
La primera víctima de la guerra fría fue el pueblo coreano. Por primera vez, el enfrentamiento entre el bloque occidental y el bloque comunista vino a concretarse en "una guerra caliente".
La guerra de Corea hunde sus orígenes en el reparto en dos zonas de ocupación de este antiguo protectorado japonés tras la derrota del régimen de Tokio en 1945. Separadas por el paralelo 38º, la ocupación soviética y norteamericana dio lugar al nacimiento de dos regímenes radicalmente enfrentados. Corea del Norte, una dictadura comunista pro-soviética bajo la mano de hierro de Kim il Sung y Corea del Sur, una dictadura de derechas pro-norteamericana bajo la dirección de Syngman Rhee. Cuando las potencias ocupantes se retiren en 1948, la URSS, y en 1949, EE.UU., dos estados antagónicos quedaron frente a frente.
El conflicto se inició con la agresión norcoreana en junio de 1950 a la que respondió la intervención norteamericana en septiembre de ese mismo año. En octubre, tropas chinas entraron en la península en ayuda de Corea del Norte, lo que finalmente llevó una estabilización de los frentes a partir de 1951.
Para romper este empate táctico, el general MacArthur, al frente de las tropas norteamericanas que luchaban bajo el pabellón de la ONU en Corea, llegó a proponer el uso de la bomba atómica y el ataque a China. Estas propuestas precipitaron la reacción del presidente Truman y fue sustituido por el general Ridgway en abril de 1951. Se asistía así de nuevo a lo que ya se había visto en el bloqueo de Berlín: a lo largo de la guerra fría, las dos superpotencias fueron prudentes cuando se entrevió la posibilidad de un enfrentamiento directo entre ambas.
Finalmente, poco después de la muerte de Stalin, en julio de 1953, se firmó el Armisticio en Panmunjong. Se acordó una nueva línea de demarcación que serpentea en torno al paralelo 38º.
La guerra de Corea dio dimensión mundial a la guerra fría y convirtió a Asia en uno de sus escenarios principales. En adelante, conflictos de tipo colonial como la guerra de Indochina, comenzada en 1946 y en la que la guerrilla del Vietminh luchaba contra la potencia colonial francesa, se transformaron en conflictos insertos en la guerra fría.
Estados Unidos, donde el conflicto había alentado la histeria anticomunista orquestada por el senador McCarthy, inició un importante rearme ante el convencimiento del carácter expansionista del comunismo y la evidencia de que los soviéticos poseían la bomba atómica.

Los orígenes del conflicto árabe-israelí
Los antecedentes del contencioso árabe-israelí se remontan a fines del siglo XIX con el nacimiento del movimiento sionista. El holocausto nazi precipitó la afluencia de judíos a una tierra que había estado poblada durante siglos por árabes palestinos. Dos pueblos competían por el control del territorio de la, en aquel momento, colonia británica de Palestina: 1.250.000 árabes contra 560.000 judíos, venidos en su mayor parte de Europa y, por consecuencia, con un nivel tecnológico y económico más desarrollado.
Tras meses de sangrientos disturbios, la ONU acordó un Plan de Partición de Palestina el 29 de noviembre de 1947. El territorio de Palestina se dividiría en tres partes: un Estado judío, un Estado árabe y Jerusalén, internacionalizada y bajo el control de las Naciones Unidas.
La primera guerra árabe-israelí (1948-1949)
El 14 de mayo de 1948, el líder hebreo Ben Gurion proclamó el nacimiento del Estado de Israel en los territorios que les habían sido adjudicados por la ONU. La reacción árabe fue inmediata, cuando las tropas británicas abandonaron la colonia el 15 de mayo tropas de los estados árabes que circundan a Israel atacaron al recién nacido estado hebreo.
La primera guerra árabe-israelí (mayo 1948-junio 1949) concluyó con la victoria israelí. El nuevo estado judío pasó a ocupar el 78% de la antigua Palestina en lugar del 55% asignado por el reparto de la ONU. Los territorios árabes quedaron que quedaron fuera de su control fueron controlados por los estados árabes vecinos: la franja de Gaza pasó a manos de Egipto y la Cisjordania y la ciudad antigua de Jerusalén quedó en poder del reino de Jordania (la antigua Transjordania). La guerra fue una catástrofe para la población palestina que fue expulsada masivamente de los territorios israelíes y se refugió en los estados vecinos. Los árabes palestinos quedaron como una población sin estado.

El momento clave: la invasión soviética de Afganistán en 1979
Este pobre país, que durante el siglo XIX había sido terreno de disputa del imperialismo ruso y el inglés, volvió en los años setenta a convertirse en un territorio clave en las relaciones internacionales.
A partir del derrocamiento del rey Zaher Shah en 1973 se abrió un período de inestabilidad en el que finalmente se disputaron el poder diversas facciones comunistas enfrentadas a su vez con guerrillas islámicas. Moscú decide intervenir para imponer un gobierno que garantizase el orden y mantuviera al país en la esfera de influencia soviética: el 24 de diciembre de 1979 las tropas soviéticas invaden el país, se iniciaba la guerra de Afganistán.
La reacción occidental fue inmediata. Considerando que la anexión de Afganistán llevaba la influencia soviética más allá del territorio tradicional del Pacto de Varsovia, EE.UU. y sus aliados organizan inmediatamente la contraofensiva. La ONU y los Países No Alineados condenaron la invasión y la Casa Blanca, junto a otra serie de medidas destinadas a frenar el expansionismo del Kremlin, decidió ayudar a la guerrilla islámica que se enfrentaba a las tropas soviéticas.
La invasión soviética de Afganistán y la consiguiente reacción occidental desencadenó un nuevo período de tensión internacional tras la época de la distensión: una nueva guerra fría.

La Crisis de los Misiles en Cuba
Cuba había sido un país estrechamente ligado a los intereses norteamericanos desde su independencia de España en 1898. La revolución de Fidel Castro en 1959, que en un principio no se definía como comunista pero que tenía una clara orientación nacionalista, comenzó a tomar medidas que lesionaban los intereses estadounidenses. La reacción de Washington fue inmediata: ruptura de relaciones en 1961, imposición de un bloqueo económico, excluyó a Cuba de la OEA (Organización de Estados Americanos) y organizó, mediante operaciones secretas de la CIA, una fallida invasión de emigrados anticastristas en Bahía de Cochinos o Playa Girón en abril de 1961.
En ese contexto, el régimen de Fidel Castro viró hacia el alineamiento con el bloque soviético y el establecimiento de una dictadura comunista en la isla.
En octubre de 1962, aviones espías norteamericanos U2 detectaron la construcción de rampas de misiles y la presencia de tropas soviéticas. El 22 de octubre, con el apoyo claro de sus aliados occidentales, Kennedy toma una medida de gran dureza: establece una "cuarentena defensiva", es decir, un bloqueo de la isla, desplegando unidades navales y aviones de combate en torno a Cuba. Si los navíos soviéticos intentaran forzar el bloqueo, el conflicto armado entre los dos superpotencias estaba servido.
Fue el momento de la guerra fría en que más cerca se estuvo del enfrentamiento directo entre la URSS y EEUU y de la hecatombe nuclear. Finalmente, tras negociaciones secretas, Kruschev lanza una propuesta aceptada por Kennedy: la URSS retiraría sus misiles de Cuba a cambio del compromiso norteamericano de no invadir la isla y de la retirada de los misiles Júpiter que EE.UU. tenía desplegados en Turquía.
El mes siguiente la URSS desmonta y repatría su material bélico ofensivo y EE.UU. levanta el bloqueo.
La rápida solución de la crisis muestra la eficacia de la estrategia de la disuasión (la amenaza del holocausto nuclear frena el aventurerismo de las potencias) y la importancia del diálogo ente las dos superpotencias. En ese momento se instala una comunicación directa entre la Casa Blanca y el Kremlin para mejor desactivar cualquier crisis o malentendido: el "teléfono rojo".
Tras la crisis de Cuba, la coexistencia pacífica toma plenamente carta de realidad. La coexistencia entre los bloques se compatibiliza con la cohesión interna en ellos. Por un lado, Macmillan y De Gaulle no dudan en apoyar incondicionalmente a Kennedy; por otro, la Cuba de Castro se convierte en un fiel aliado de Moscú a cuyos intereses expansionistas va a servir en los años setenta enviando cuerpos militares expedicionarios a Angola, Mozambique o Etiopía.

Guerra de Vietnam
Conflicto en la península de Indochina que tuvo lugar entre mediados de los cincuenta y mediados de los setenta y que enfrentó a los EE.UU. y el gobierno de Vietnam del Sur por un lado, contra Vietnam del Norte y las guerrillas comunistas que actuaban en Vietnam del Sur por otro. La guerra terminó extendiéndose también a Laos y Camboya. La guerra del Vietnam fue la más larga de la historia norteamericana, supuso para este país una experiencia de fracaso y frustración, constituyendo, sin lugar a dudas, el más serio fracaso de EE.UU. en la guerra fría.
El inicio de la implicación americana se remonta a inicios de los cincuenta cuando apoyaron los desesperados intentos de Francia por mantener su presencia colonial en Indochina frente a las fuerzas comunistas del Vietminh. La derrota francesa y los Acuerdos de Ginebra de 1954, que consagraron la partición de Vietnam en dos, llevaron a que Washington volcara su apoyo en el régimen anticomunista de Vgo Dinh Diem en Vietnam del Sur que hacía frente al Vietnam del Norte comunista, apoyado por la URSS.
La corrupción de Diem hizo a su régimen crecientemente impopular y finalmente fue derrocado y asesinado por sus propios militares en 1963. Mientras tanto se había creado en Vietnam del Sur el Frente Nacional de Liberación (FNL) donde se aglutinaba toda la oposición incluyendo los comunistas.
En 1964, la situación parecía desesperada para Vietnam del Sur. EE.UU., alegando como justificación el incidente de Tonkín contra su destructor Maddox el 2 de agosto de 1964, inició una intervención abierta. Se pasó de 4000 soldados norteamericanos en 1962 a casi 500.000 en 1967. Los bombardeos masivos, el uso de agentes químicos, la crueldad de la primera guerra retrasmitida por los medios de comunicación hicieron enormemente impopular la política de EE.UU. en el Tercer Mundo, el bloque comunista y en partes significativas de la opinión pública occidental. Dentro del propio país, la oposición a la guerra se extendió entre la juventud ligándose a movimientos contra el sistema, como el movimiento "hippie".
Tras la ofensiva vietnamita del Têt en 1968, el presidente Johnson decidió el progresivo desvinculamiento del conflicto y la búsqueda de una solución negociada. Tras una compleja fase de negociaciones y enfrentamientos militares, se firmó en París en enero de 1973 un acuerdo de paz. En agosto de 1973, el Congreso norteamericano prohibió cualquier reanudación de la intervención norteamericana. La retirada de las tropas estadounidenses hizo que el régimen de Vietnam del Sur se derrumbara inmediatamente. La ofensiva final comunista tuvo lugar en la primavera de 1975. El 17 de abril, Phnom Penh cayó en manos de los Khmers Rojos y el 30 los comunistas tomaron Saigón. La guerra había terminado.
La derrota supuso un verdadero trauma para EE.UU. 58.000 muertos, 300.000 heridos, centenares de miles de soldados con una amplia adicción a las drogas y con serios problemas de adaptación a la vida civil, el orgullo de potencia herido... Lo que se vino a denominar el "síndrome de Vietnam" supuso en el corto plazo una gran renuencia a la intervención militar exterior por parte de la potencia norteamericana.

LA DESCOLONIZACIÓN EN ASIA Y ÁFRICA

La crisis de los Imperios coloniales
El nacimiento de los nacionalismos
La Gran Guerra abrió el camino para el despertar de los pueblos colonizados. Las nuevas elites indígenas, educadas en Occidente e impregnadas de las ideas de democracia y libertad y a la vez excluidas de los cargos administrativos y políticos, formarán los cuadros de los primeros grupos nacionalistas. Esta naciente idea nacional estará representada en diferentes figuras que jugarán el papel de símbolos: Gandhi apelará a la conciencia religiosa hindú, Burguiba se inspirará en el laicismo transformador de Kemal Ataturk, mientras que Ho Chi Minh planteará la revolución comunista junto a la emancipación nacional.
La modernización económica -infraestructuras, hospitales, escuelas- que llevaron las metrópolis a las colonias tuvo un doble resultado contradictorio, de progreso y de desequilibrio. Los adelantos médicos, unidos al mantenimiento de una alta tasa de natalidad, provocó en el período de entreguerras el inicio de la explosión demográfica. Este aumento de la población se produjo en sociedades que no experimentaron un crecimiento económico significativo. Paro en el campo y hacinamiento en las ciudades fueron los resultados de una sociedad dislocada en la que el descontento social fue pronto aprovechado por los nacionalismos anticolonialistas.
El efecto de la Segunda Guerra Mundial
El conflicto bélico trajo una fuerte aceleración al proceso de crisis de los sistemas coloniales. Los factores que lo explican son varios:
La rápida derrota de Francia, Bélgica y Holanda supuso un fuerte desprestigio de las metrópolis en sus respectivos imperios coloniales. También el imperialismo inglés derrotado en gran parte de Asia sufrió una situación parecida. Las potencias del Eje trataron, evidentemente, de aprovecharse de esta situación. El ejemplo más claro es la apelación que los japoneses hicieron a los pueblos que conquistaron para unirse y rebelarse contra el dominio de los blancos europeos.
El Reino Unido y la Francia Libre enrolaron en sus ejércitos a muchos habitantes de las colonias. Un ejemplo lo constituye los más de dos millones de hindúes fueron movilizados por el Imperio Británico, o la mayoritaria presencia de magrebíes en el ejército francés que luchó en Italia junto a los Aliados. La sangre derramada legitimó las reivindicaciones de los pueblos colonizados.
Las dos grandes superpotencias surgidas de la guerra, EE.UU. y la URSS, defendían posturas anticolonialistas e impulsaron su proceso de emancipación. Los norteamericanos, además de recordar su propio origen nacional, apoyaron la apertura de mercados para sus capitales y productos y el consiguiente fin de las trabas coloniales. Los soviéticos lo hicieron desde su propia ideología anticapitalista y antiimperialista.
El acuerdo de las dos superpotencias, al que pronto se fue uniendo el voto de los países que iban naciendo en el proceso de descolonización, hizo que la ONU jugara un papel impulsor del proceso descolonizador.

Los modelos de descolonización
Podemos distinguir diversos tipos de descolonización, atendiendo a dos variables. Con respecto a la violencia del proceso nos encontramos con:
Descolonización sin guerra de independencia. Fue el caso cuando las metrópolis comprendieron la inutilidad de resistirse a un proceso histórico ineludible. La ausencia de guerra no implica que no hubiera disturbios importantes, como fue el caso de Marruecos o Túnez, o de gravísimos conflictos o guerras civiles entre comunidades indígenas rivales, como sucedió en la India entre hindúes y musulmanes
Descolonización con guerra de independencia. Cuando la metrópoli se negó a aceptar el cambio. Los ejemplos más claros fueron en Argelia e Indochina en el Imperio francés y en Indonesia en el holandés.
Si tenemos en cuenta los dos grandes imperios coloniales, podemos distinguir entre:
Descolonización a la francesa. Tras la humillación de 1940, Francia no estaba preparada para aceptar lo que se veía como una nueva derrota. Pese a que en 1946 sustituyó el término "imperio" por el de Unión Francesa en 1946, el gobierno de París trató de retener por la fuerza el imperio lo que dio lugar a un proceso descolonizador traumático.
Descolonización a la inglesa. Sin el sentimiento de frustración francés, con cierta experiencia descolonizadora en el período de entreguerras (los "Dominios" e Irak y Egipto), y con la creación de la Commonwealth en 1931 como fórmula para mantener lazos con las antiguas colonias, el modelo inglés fue menos traumático. No obstante, en algunos casos el proceso descolonizador fue un absoluto fracaso, dejando tras de sí guerras entre poblaciones enfrentados que han continuado hasta el siglo XXI. Es el caso de hindúes y musulmanes en la antigua colonia de la India, hoy prolongado en el conflicto entre India y Pakistán; y, sobre todo, el caso de la colonia de Palestina, origen del largo y sangriento conflicto de Oriente Medio

La emancipación de Asia Oriental
La India: la independencia y la partición
El movimiento nacionalista en la India es uno de los más antiguos y originales que aparecieron en las antiguas colonias. Organizado en torno al Partido del Congreso, fundado en 1885, desde la Primera Guerra Mundial fue liderado por Gandhi, defensor de la no violencia. Junto a su discípulo y principal líder político del movimiento, Nehru, reclamó insistentemente la independencia, concretando esta demanda en la resolución "Quit India" de 1942.
La victoria de los laboristas de Atlee en 1945 facilitó las negociaciones que se iniciaron ese mismo año. Muy pronto surgieron dos posturas enfrentadas, mientras que Gandhi y Nehru defendieron el mantenimiento de un único estado multireligioso, el líder de la Liga Musulmana, Ali Jinnah, planteó la partición de la colonia en dos estados, uno hindú y otro musulmán.
Tras una guerra civil que desgarró al país (1946-1947), Nehru finalmente se avino a la idea de la partición reuniéndose en junio de 1947 la Conferencia de Nueva Delhi con Jinnah y Lord Montubatten en representación del gobierno de Londres.
El resultado fue el nacimiento de dos estados independientes el 15 de agosto de 1947: la Unión India, de mayoría hindú y dirigida por el Partido del Congreso de Nehru y Pakistán, de mayoría musulmana. Las transferencias de población que acompañaron esta partición se convirtieron en un brutal baño de sangre.

La independencia de Indonesia
Los japoneses derrotaron y desalojaron a los holandeses en 1942, favoreciendo el desarrollo del movimiento nacionalista dirigido por Sukarno. Poco antes de retirarse las tropas niponas, el 17 de agosto de 1945, se proclamó la independencia de Indonesia.
Tras el fin de la guerra, el gobierno de los Países Bajos intento por dos veces, en 1947 y en 1948, retomar el control del archipiélago por la fuerza. La resistencia indonesia y las presiones de la ONU y EE.UU., que llegó a amenazar con retirar a Holanda la ayuda del Plan Marshall, hicieron que finalmente, a fines de 1949, Indonesia alcanzara su independencia bajo la presidencia de Sukarno.
La guerra de Indochina
El conflicto que desangró a Indochina de 1946 a 1954, lo que conocemos como la guerra de Indochina, fue la primera fase de un desgarrador conflicto que se prolongará en la guerra de Vietnam.
Los franceses, como los holandeses, fueron desalojados por Japón durante la Segunda Guerra Mundial de su colonia en Indochina. El 2 de septiembre de 1945, Ho Chi Minh, líder del Viet-minh, guerrilla comunista y nacionalista, proclamó la independencia.
Francia también fracasó en su intento de restaurar por la fuerza su dominio y, tras la derrota de Diem Bien Fu, firmó los Acuerdos de Ginebra en julio de 1954. En ellos se acordó la independencia de Laos y Camboya y la partición en dos estados de Vietnam, uno comunista al norte y otro pro-occidental al sur.
Tras la guerra de Corea, la guerra colonial se había convertido en un conflicto de la guerra fría. En ese marco, los Acuerdos de Ginebra fueron una simple tregua. Las elecciones previstas que debían servir para la reunificación democrática de Vietnam nunca se llegaron a celebrar.

La descolonización de África
Las independencias en la región del Magreb
Burguiba, líder del tunecino partido Neo-Destur (Nueva Constitución), planteó una estrategia negociada por etapas. Interrumpidas las negociaciones por el gobierno de París en 1951, la respuesta armada de los tunecinos llevó a que en 1954 Túnez obtuviera la plena autonomía política y en 1956 la independencia.
En Marruecos, el partido Istiqlal (Partido de la Independencia) trataba de conseguir la independencia bajo la soberanía del Sultán Mohamed Ben Youssef, que gozaba de poderes teóricos bajo la administración francesa. La tensión finalmente estalló con graves disturbios brutalmente reprimidos en Casablanca en 1952. La respuesta francesa fue deportar al sultán a Magadascar lo que provocó la insurrección general (1954-1955). Finalmente los franceses tuvieron que ceder. El sultán, que pronto sería el rey Mohamed V, retornó triunfalmente en noviembre de 1955 y el reino de Marruecos alcanzó la independencia el 2 de marzo de 1956. La España de Franco no puso ningún impedimento para conceder la independencia en la zona norte que controlaba y cedieron a las nuevas autoridades de Rabat el control del conjunto del territorio.
El proceso de independencia en Argelia constituyó uno de los episodios más sangrientos del proceso descolonizador. La presencia de una fuerte minoría europea llevó a que el gobierno de París se negara a aceptar las demandas nacionalistas. La guerra de Argelia (1954-1959) fue un episodio enormemente traumático tanto para la metrópoli como para la colonia. El enfrentamiento entre el Frente de Liberación Nacional (FLN) argelino y el ejército francés provocó que casi medio millón de argelinos musulmanes y 25.000 soldados franceses perdieron su vida en el conflicto.
La gravedad de la situación llevó a que en Francia se llegara al borde de la guerra civil. La vuelta al poder de De Gaulle salvó al país del conflicto y trajo una nueva constitución para Francia. Con respecto a Argelia, De Gaulle, que llegó al poder como abanderado de la defensa de la "Argelia francesa", tuvo que ceder finalmente e iniciar negociaciones con el FLN. Los Acuerdos de Evian abrieron el camino a la proclamación de la independencia en julio de 1962.
El despertar del África negra
En muchos casos aquí la descolonización se realizó de forma progresiva y sin grandes problemas por parte de las metrópolis para su concesión.
En el África anglófona la figura pionera fue N'Krumah, quién consiguió la independencia para la antigua Costa de Oro que pasó a llamarse Ghana en 1957. El resto de las colonias se independizaran en el período 1960-1965.
Un caso particular es el de Rodhesia del Sur, territorio rico en minerales, donde los colonos blancos declararon unilateralmente la independencia en 1965, estableciendo un régimen de apartheid, comparable al vigente en Sudáfrica. Hubo que esperar a 1979 para que fueran desalojados del poder y para que ese territorio alcanzara una verdadera independencia. En adelante se llamó Zimbabwe.
En el África francófona destaca la figura de Sedar Senghor, líder nacionalista senegalés. Aquí, pese a los intentos de agrupar a las colonias en una Comunidad Francesa, a partir de 1960 las colonias alcanzaron la independencia, estableciendo relaciones de cooperación con la antigua metrópoli que en muchos casos son casos evidentes de neocolonialismo.
El caso del Congo belga nos muestra un ejemplo de descolonización convertido en drama. Nada más producirse la independencia en 1960 bajo la dirección de Patrice Lumumba, la rica provincia minera de Katanga proclamó su independencia dirigida por Moise Tshombé y con el apoyo de los colonos belgas. Tras una larga guerra civil, en la que Lumumba fue asesinado, el general Mobutu se convirtió en el dictador del país. Con la ayuda de los "cascos azules" de la ONU consiguió reintegrar a Katanga en el país.
Todos estos jóvenes estados se agruparon en la Organización para la Unidad Africana (OUA), fundada en 1963. Su principal preocupación fue evitar los conflictos fronterizos y secesionistas que daban lugar a brutales guerras civiles como la de Katanga o la de Biafra que asoló Nigeria en 1966-1970. Uno de los grandes problemas africanos es que las fronteras fueron decididas en Londres o París, sin tener en cuenta la realidad tribal existente previamente. Tras las descolonización, los conflictos entre estados que no responden a realidades nacionales o las guerras civiles entre grupos étnicos o tribales dentro de un mismo estado se han convertido en una triste costumbre en el continente.
La última etapa descolonizadora tuvo lugar en los años setenta y afectó a las colonias ibéricas. España cedió precipitadamente el Sahara Occidental a Marruecos y Mauritania en 1975. La agonía de Franco aceleró un proceso en el que no se contó con la población saharaui. Un poco antes, la "revolución de los claveles" portuguesa precipitó la independencia de Angola y Mozambique. La descolonización de las colonias portuguesas se produjo en un marco internacional caracterizado por el recrudecimiento de la guerra fría, lo que explica en gran medida las largas guerras civiles que se abatieron sobre estos países, en especial en el caso de Angola.

lunes, 11 de mayo de 2009

Segunda Guerra Mundial 4ª Medio

Causas que originaron la Segunda Guerra Mundial

Malestar dejado por la Primera Guerra Mundial
Alemania, derrotada albergaba un profundo resentimiento por la pérdida de grandes áreas geográficas y por las indemnizaciones que debía pagar en función de las reparaciones de guerra impuestas por el Tratado de Versalles en 1919. Algunas de esas cláusulas establecidas dentro del tratado firmado por Alemania fueron:
1.- Pago de indemnizaciones por parte de Alemania a los Aliados por las perdidas económicas sufridas por los mismos a causa de la guerra.
2.- Reducción del ejercito alemán a la cantidad de 100.000 hombres, no posesión de ningún arma moderna de combate ( tanques, aviación y submarinos ).
3.- Reducción de la flota Alemana a buques menores a las 10.000 toneladas.
4.- La gran recesión que se presentó en el mundo entre los años 20 y 30, que en Alemania, crearon desempleo, caída del nivel de vida de la clase media, que a su vez abonaron el camino para el surgimiento de las reivindicaciones alemanas y con ello el impulso al partido Nacional-Socialista (Nazi).
Italia, una de las vencedoras, no recibió suficientes concesiones territoriales para compensar el coste de la guerra ni para ver cumplidas sus ambiciones, no había quedado muy conforme con la repartición de territorios hecha en virtud del Tratado de Versalles. Los italianos obtuvieron sólo los territorios de Trento y Trieste, cuando aspiraban a ganancias mucho mayores. Por otra parte, la miseria reinaba en los campos y la carestía azotaba las ciudades, haciendo crecer el descontento popular.
Japón, que se encontraba también en el bando aliado vencedor, vio frustrado su deseo de obtener mayores posesiones en Asia oriental.
Ideologías anticomunistas: el Fascismo y el Nazismo
Ideologías totalitarias de distinto signo se impusieron en tres naciones europeas: Rusia, Italia y Alemania. Con profundas diferencias entre ellos, estos sistemas tuvieron como denominador común la supresión de la libertad política y el papel de preponderante del Estado controlado por un solo partido.

Fascismo
Mussolini fundó en 1914 un periódico, "Il popolo d'Italia", tribuna que utilizó para incitar la entrada de Italia a la Primera Guerra. Al término del conflicto bélico, creó una unión de ex combatientes bautizada como "Fascio di combatimento". De este grupo nació el movimiento fascista, de cuño nacionalista y anticomunista. Los fascistas declararon la lucha al comunismo y al débil gobierno de la época, organizando expediciones a los pueblos italianos, donde obligaban a dimitir a los alcaldes socialistas.
Benito Mussolini estableció en Italia en 1922 la primera dictadura fascista. Su régimen fue nacionalista y totalitario. La economía se organizó en base a corporaciones gremiales que agrupaban a obreros y patrones. El corporativismo es una de las características principales que identificaron al fascismo. La preparación militar de la población fue otro de los objetivos del régimen fascista.
Mussolini logró algunos éxitos económicos en cuanto a aumentos de producción y gobernó como amo y señor de Italia, destruyendo a todos los partidos no fascistas y a sus adversarios políticos.
En 1937, Italia adhirió al pacto contra la propagación de los comunistas que ya habían firmado Alemania y Japón. Los bloques ya se perfilaban con nitidez.

Nazismo
Adolf Hitler postulaba que según las leyes naturales, los más fuertes debían imponerse a los más débiles. También consideraba que existía una tendencia natural hacia la duración de las razas, idea en la que se basó para luchar por la pureza de la raza aria, tronco étnico de lo germanos.
Según Hitler, los arios eran una raza privilegiada "forjadora de cultura". Los judíos, en cambio, representaban para él un pueblo destructor de esa cultura. Hitler veía en el antisemitismo un fundamento de su misión histórica. Esto le llevó a desencadenar una implacable persecución, que comenzó por despojar a los judíos de sus bienes, continuó con su discriminación en todos los aspectos y culminó con cinco millones de víctimas en los campos de concentración.
El estado debía organizarse en base a un principio aristocrático, donde la autoridad estaría en manos del líder, de especial capacidad, en el cual el pueblo depositaría su confianza. Esto explica que Hitler utilizara el título de Führer, o líder, en el régimen totalitario que logró instaurar. Por último, es necesario mencionar que el Führer consideraba fundamental para el porvenir de Alemania la conquista de un "espacio vital" en Europa, lo que implicaba la expansión territorial.
La oportunidad de triunfo para los nazis se presentó tras la crisis económica desatada el año 1929. La población estaba angustiada por la falta de trabajo y muchos capitalistas veían con temor el avance de los comunistas, que se habían hecho más fuertes después de la Revolución Rusa. Además, había en el ejército un deseo revanchista, provocado por la dura humillación que Alemania había sufrido en la Primera Guerra Mundial. Por todo esto, la idea nazi comenzó a ser captada con simpatía por parte de las masas alemanas, que quería recuperar su orgullo nacional.
Japón no adoptó un régimen fascista de forma oficial, pero la influyente posición de las Fuerzas Armadas en el seno del gobierno les permitió imponer un totalitarismo de características similares. Los militares japoneses aprovecharon un pequeño enfrentamiento con tropas chinas en las proximidades de Mukden (actual Shenyang) en 1931 como pretexto para apoderarse de Manchuria, en donde constituyeron el Estado de Manchukuo en 1932. Asimismo, ocuparon entre 1937 y 1938 los principales puertos de China.

La agresión alemana
Hitler inició su propia campaña expansionista con anexión de Austria en marzo de 1938, para lograr la cual no hubo de hacer frente a ningún impedimento: Italia lo apoyó, y los británicos y franceses, intimidados por el rearme de Alemania, aceptaron que Hitler alegara que la situación de Austria concernía a la política interior alemana. Estados Unidos había limitado drásticamente su capacidad para actuar contra este tipo de agresiones después de haber aprobado una ley de neutralidad que prohibía el envío de ayuda material a cualquiera de las partes implicadas en un conflicto internacional.
En septiembre de 1938, Hitler amenazó con declarar la guerra para anexionarse la zona de la frontera occidental de Checoslovaquia con sus 3,5 millones de ciudadanos de lengua alemana.
El primer ministro británico, Arthur Neville Chamberlain, inició una serie de conversaciones que concluyeron a finales de mes con el Pacto de Munich, en el que los checoslovacos, instados por británicos y franceses, renunciaban a la frontera occidental de Checoslovaquia a cambio de que Hitler se comprometiera a no apoderarse de más territorios checos.
Este acuerdo fue infructuoso: Hitler invadió el resto de Checoslovaquia en marzo de 1939. El gobierno británico, alarmado por esta nueva agresión y las amenazas proferidas por Hitler contra Polonia, se comprometió a ayudar a este país en el caso de que Alemania pusiera en peligro su independencia. Francia también estableció un tratado de defensa mutua con Polonia.

La crisis económica de 1929
En el período que siguió a la Primera Guerra mundial fue necesario reparar los daños que había provocado el conflicto y en ello se ocuparon prácticamente todas las fuerzas de trabajo. En los inicios de la década de 1920 hubo gran prosperidad, por lo que la gente pensó que bonanza y paz eran dos términos que iban de la mano.
Muchos de los proyectos de reconstrucción contaban con el sistema de créditos para lograr financiamiento. El mismo pago de las indemnizaciones de guerra exigidas a Alemania, en virtud del Tratado de Versalles, era realizado gracias a una importante corriente de préstamos provenientes, sobre todo, de Estados Unidos y Gran Bretaña.
La corriente de créditos enviada desde Estados Unidos hacia Europa fue la causa principal del ambiente de prosperidad en el viejo continente. Estados Unidos era entonces el gran soporte del bienestar.
El 19 de octubre de 1929 los indicadores de cotizaciones de la Bolsa de Valores de Nueva York cayeron como una avalancha, creando pánico en el mundo de las finanzas. El año de 1929 está marcado en el calendario de la historia como el inicio de la crisis económica que sumió en la pobreza y la desesperación a millones de personas.
Esta crisis repercutió en Europa y el resto del mundo. Estados Unidos ya no estaba en condiciones de seguir haciendo inversiones en el extranjero y el colapso se extendió rápidamente. La consecuencia inmediata fue la miseria de millones de personas, y el resultado último, que esta gente desesperada fue presa fácil de doctrinas totalitarias que les prometían recuperación material y empleo a corto plazo.

El débil comportamiento de la Sociedad de las Naciones
En 1935 Mussolini había atacado Etiopía y con gran despliegue de fuerzas no tardó en vencer a las desorganizadas tropas del Negus Fallé Selassie ocupando Addis Adeba. La Sociedad de Naciones aplicó unas sanciones económicas que ni siquiera impidieron la llegada del petróleo necesario para la guerra a los puertos italianos. Inglaterra permitió el paso de buques cargados de tropas por el Canal de Suez y con estos hechos la Sociedad de Naciones se desprestigió totalmente fortaleciéndose Italia y reforzándose el eje Roma-Berlín.
La Sociedad de las Naciones no pudo evitar el estallido de nuevos conflictos internacionales ni cumplir la misión pacificadora para la que había sido concebida. No pudo imponer el cese al fuego cuando Japón, Italia y Alemania empezaron las agresiones. A pesar de que aplicó sanciones económicas y diplomáticas, los países culpables optaron por salirse de la organización en lugar de acatarlas.
La guerra civil española (1936-1939)
Se dice que la Guerra Civil Española fue una especie de campo de prueba, en el que se ensayaron las armas que luego habrían de usarse en la Segunda Guerra Mundial, que se inicia cuando terminó el conflicto peninsular .
Hitler, tras denunciar las cláusulas sobre desarme impuestas a Alemania por el Tratado de Versalles, organizar unas nuevas Fuerzas Aéreas y reimplantar el servicio militar, puso a prueba su nuevo armamento durante la Guerra Civil española .
Alemania e Italia entregaron material de guerra a Franco y enviaron tropas especializadas a combatir en suelo español contra el gobierno republicano en 1936. Las otras potencias no quisieron provocar un enfrentamiento directo y se abstuvieron de intervenir en la lucha.

La formación del Eje
Los tratados firmados por Alemania, Italia y Japón desde 1936, cuando los dos primeros países acordaron el primero de ellos, hasta 1941 (fecha en la que Bulgaria se incorporó a los mismos) dieron como resultado la formación del Eje Roma-Berlín-Tokio.
Pacto germano-soviético
La noche del 23 de agosto de 1939 en Moscú , Hitler logró que Stalin, a pesar de sus divergencias ideológicas, firmara un pacto de no-agresión entre Alemania y la Unión Soviética (URSS) donde acordaban no luchar entre sí.
Esto permitiría al Führer atacar Polonia, sin temor a una intervención soviética en el frente oriental. De esta forma, Adolf Hitler tuvo el camino despejado.
Adicionalmente, se firmó un protocolo secreto en el que se concedía a Stalin libertad de acción en Finlandia, Estonia, Letonia y en el este de Polonia y en Rumania.
1940
En 1940, siguiendo el ejemplo de Hitler, Mussolini llevó su pueblo a la guerra contra Polonia y Francia. La URSS fue el más despreciado enemigo de Hitler, el país que más sufrió en la guerra. En 1943 detuvieron el avance alemán a Stalingrado e iniciaron un contraataque destinado a acabar en las ruinas de Berlín. El vasto territorio ruso, la enorme población y los inviernos asesinos hacían muy difícil conquistar Rusia. Los rusos resistieron heroicamente. Muchos seguidores de Stalin estaban dispuestos a morir por la revolución.
Durante la Segunda Guerra los ingleses perdieron el dominio de su imperio, pero salvaron su honor. Lucharon solos, por meses, soportando bombardeos y penurias extremas, mientras Hitler consumía Europa.
Hitler veía a Estados Unidos como la patria de los mediocres, filisteos sin autenticidad, sin historia, incapaces de ideales o grandeza. El desprecio enfermizo por la potencia norteamericana fue el factor más decisivo de su caída. Estados Unidos estaba protegido por dos mares, era dueño de grandes recursos y no dependía tecnológicamente de nadie. Esto le dio la ventaja necesaria para vencer. EE.UU se convirtió en la potencia más letal del mundo con el bombardeo atómico, pero la victoria la convirtió en la más brillante.
En 1940 fue la invasión nazi a Francia y a los países bajos. Los ingleses rescataron a trescientos mil soldados del puerto francés de Dunkerque. Hitler suspendió el ataque y Churchill prometió no rendirse. En marzo de 1940 Mussolini quería la guerra pero su pueblo no. Se juntó con Hitler y prometió soldados para el ataque a Francia. El 10 de junio le declaró la guerra a los aliados.
Después de la invasión polaca, Hitler esperó 7 meses para su próximo movimiento.
El 9 de abril de 1940 llegó a Noruega, lo sometieron en dos meses. Luego cayó Dinamarca.
El rey y los ministros se escondieron en montañas nevadas, luego escaparon a Londres. Alemania había ganado una fuente inagotable de minerales y bases desde donde atacar a Gran Bretaña.
Líderes franceses y británicos cayeron. Nacieron nuevos gobiernos, encabezados por Paul Reynaud y Winston Churchill. Cuando los alemanes atacaron Francia, Reynaud fue enviado a los campos de concentración nazi. Churchill se convirtió en el máximo exponente británico de la intransigencia contra Hitler. Fue símbolo de la determinación británica. Alemania tomaba Luxemburgo, Bélgica y Holanda.

El 2 de mayo de 1940 tanques alemanes entraron a Francia. La organización de defensa era pésima y los alemanes tenían más aviones. El 3 de junio, doscientos aviones bombardearon París. Once días después los nazis entraron a la capital sin resistencia, marchando por los Campos Elíseos. El 16 de junio, Reynaud fue sustituido por el mariscal Henri Petain. El 22 firmó un armisticio. Parte del norte y del oeste francés eran zonas ocupadas. Petain trasladó la capital a Vichy y rompió relaciones con los británicos. Convirtió a la Francia ocupada en una dictadura fascista. De Gaulle, que había huido a Londres, fundó el movimiento Francia Libre, con exiliados y habitantes de colonias francesas que ayudaron a los aliados.

La armada británica y la barrera natural del canal de la Mancha protegieron a Gran Bretaña de la guerra relámpago. Hitler sabía que tenía que destruir la RAF(Real Fuerza Aérea) antes de invadir por mar. La aviación alemana intensificó la campaña a principios de agosto con incursiones diarias. Desplegaron mil 300 bombarderos y mil 200 cazas, pero los aviones alemanes estaban poco armados. Los cazas germanos operaban al límite de su alcance y las modernas estaciones de radar británicas impedían que el enemigo atacara por sorpresa.
El 28 de agosto, los británicos sorprendieron a los alemanes y atacaron Berlín. Era el primer ataque a la capital. Hitler contraatacó temerariamente bombardeando centros de población: Londres, Liverpool, Coventry, incluso fue alcanzado el Palacio de Buckingham.
En septiembre, Alemania había perdido muchos aviones y Hitler aplazó la invasión por mar. Pero intensificó los bombardeos con la esperanza de que Gran Bretaña se rindiera. Así continuaron hasta junio de 1941, cuando la fuerza aérea alemana fue necesaria en Rusia.
En agosto de 1940, la URSS se anexó 3 pequeñas naciones: Lituania, Estonia y Letonia. Desde mediados de ese año, los norteamericanos estaban dispuestos a ayudar a las víctimas de la agresión nazi. En septiembre, le prestó a Churchill cincuenta destructores antiguos a cambio del derecho a construir bases militares en posesiones británicas del hemisferio occidental.
Luego, estableció el servicio militar obligatorio como medida defensiva. Roosevelt salió reelegido.
Tras la invasión de Hitler, más de veinte mil judíos que vivían en Bélgica, Francia y Holanda escaparon a Suiza, España y Portugal, con la ayuda de ciudadanos solidarios que les daban documentos falsos y protección para llegar a países neutrales.
1941
En 1941, el 7 de diciembre, Estados Unidos fue atacado en Pearl Harbor por fuerzas navales y aéreas japonesas. El Congreso declaró la guerra a Japón. El ataque sorpresa del almirante Yamamoto resultó efectivo. Simultáneamente, los japoneses atacaron a los británicos en Malasia y Hong Kong e instalaciones americanas en Filipinas y Guam. El 8 de diciembre, el Pacífico estalló por la acción japonesa.



Los líderes nipones creían que la guerra estaba por terminar. Gran Bretaña y EEUU no podrían resistir la voluntad militar de Japón. Hitler estaba de acuerdo: ahora no es posible perder la guerra, tenemos un aliado que no ha sido vencido en 3 mil años.

El 11 de diciembre, Hitler declaró la guerra a Estados Unidos.También lo hizo Italia. Gran Bretaña se la declaró a Japón.
Con EEUU en la lucha, el panorama de los aliados mejoró. El ejército alemán fue en ayuda del italiano ante las derrotas en África. Rommel fue enviado a ese continente con órdenes de mantener posiciones contra los británicos. Fue ambicioso y logró avanzar.
En abril los alemanes tomaron Grecia y Yugoslavia. Los defensores británicos no pudieron hacer nada. Roosevelt firmó en agosto el tratado del Atlántico con Churchill. Era un pacto de paz que abogaba por la autodeterminación de todos los pueblos y prometía la destrucción de la tiranía nazi. En mayo de 1941, Hess, secretario de Hitler, fue a Escocia en misión de paz, decidida por sí mismo. El gobierno alemán declaró que estaba loco y los británicos lo encarcelaron. En junio Roosevelt y Churchill le avisaron a Stalin que Hitler planificaba asaltar Rusia. Cuando comenzó el ataque, la relación británico-rusa cambió. Se comprometieron a no firmar la paz separadamente con Alemania. Además, juntos invadieron Irán. Británicos y americanos suministraron ayuda a Rusia.
El 22 de junio de 1941, tres millones de soldados alemanes atacaron la URSS a lo largo de un frente de 2800 kms. El ejército era el más grande del mundo con cuatro millones de hombres activos y tres millones en reserva. Pero tenían problemas: aviones obsoletos y dirección militar débil. A pesar de las advertencias aliadas, Stalin no había movilizado sus tropas.

Hitler esperaba conquistar Rusia en dos meses, pero los soviéticos resistieron con tenacidad. Los invasores mataban sin piedad. Comenzaron las primeras matanzas masivas de judíos. Los escuadrones fusilaron a cientos de hombres, mujeres y niños.
Las atrocidades y el asedio a Leningrado incitaron a los rusos para pelear más tenazmente. Comenzó el invierno más duro en diez años. La nieve y la temperatura inmovilizaron a los vehículos alemanes y se congelaron los soldados. En diciembre los rusos contraatacaron, obligando a los germanos a retroceder.
Todas las naciones latinoamericanas se unieron a los aliados y al finalizar la guerra, refugiados nazis se instalaron en varios de estos países.

1942
Durante la primavera de 1942, las Fuerzas Armadas de Estados Unidos y Japón libraron dos batallas épicas que cambiaron el curso de la Segunda Guerra. Victorias en el mar de Coral y de Midway dieron ventaja a los aliados en el Pacífico. Ese mismo año los japoneses arrollaron el sudeste asiático. Durante el respiro alemán en cielos británicos, Gran Bretaña había fortalecido sus defensas aéreas y escuadrones de bombarderos.
En abril de 1942, EEUU bombardeó Tokio en venganza por Pearl Harbor. Dieciséis aviones atacaron y ninguno volvió.
El 20 de enero de 1942, los altos mandos nazis se reunieron para discutir la solución final al problema judío. El genocidio no había sido organizado bien. Los grupos de trabajo mataban a miles de judíos en Polonia y la URSS, pero se necesitaba gran cantidad de hombres y municiones. Los soldados sufrían ataques de nervios.
La mayoría de los judíos habían sido enviados a guetos o a campos de concentración, pero no estaba decidido el destino final. Se resolvió mandarlos a todos hacia los campos en países del este, los sanos serían esclavizados. Se necesitaba obreros para la guerra. Además, implicaba que muchos desaparecerían por causas naturales. Pronto, los judíos y otros indeseables morirían en cámaras de gas en los campos. Tres mil judíos murieron en esos lugares.
Durante 1942, las tropas de Rommel en África fueron presionadas.

El 27 de mayo de 1942, tres combatientes de la resistencia checa atacaron con una bomba a Heydrich, segundo SS, en Praga. Se produjeron represalias alemanas: asesinaron a varios centenares de judíos y allanaron hogares matando a familias enteras acusadas de colaborar con los asesinos. El 9 de junio, todos los hombres de Lídice mayores de quince años fueron arrestados y ejecutados en grupos de a diez. Mujeres y niños fueron enviados a campos de concentración. Mientras, en Francia, Petain construyó el régimen de Vichy según directrices fascistas. Promulgó leyes antisemitas y encarceló disidentes. En julio, trece mil mujeres y niños judíos fueron reunidos en un estadio deportivo de París en espera del destino final.

1943
En enero, cincuenta alemanes fueron asesinados en el gueto de Varsovia, mientras arrestaban a las víctimas para enviarlos a campos de concentración. Murieron mil judíos. El 19 de abril, llegaron dos mil soldados alemanes para deportar a sesenta mil judíos que quedaban en el gueto. Algunos combatientes resistieron durante semanas y lograron matar a unos cientos de nazis. El 8 de mayo se rindieron, la mayoría fueron asesinados o traicionados. El gueto fue extinguido.
Este año, Hitler intentó una contraofensiva en Rusia, pero los soviéticos resistieron. El Führer ordenó el alto al fuego el 17 de julio pero los soviéticos siguieron presionando. El 7 de mayo, el general Alexander comunicaba que había cesado toda resistencia al norte de África. Dos días después, los alemanes se rindieron. Cuando Rommel pidió a Hitler que dejara África, éste lo relevó.
Los aliados invadieron Italia en julio de 1943. Cien mil soldados del eje habían escapado. Mussolini acababa de ser depuesto. Los comandos nazis rescataron a los alemanes y pusieron resistencia a los aliados en Italia. A finales de año, De Gaulle tomó el liderazgo de la resistencia francesa contra los alemanes. Este año Gran Bretaña dirigió tropas en Birmania tras los japoneses y Checoslovaquia firma un pacto con Rusia contra Alemania. Así se convertirían en aliados de post guerra. Sin darse cuenta el país invadido por los nazis se convirtió en el primer ladrillo de un muro que los soviéticos levantarían entre ellos y occidente. Einsehower, comandante de las fuerzas americanas en Europa, comenzó en diciembre de 1943 a planear la invasión de Normandía. También obtuvo triunfos en África, Sicilia e Italia. Después que EEUU entró en la guerra, Hitler tomó el mando militar en persona. Tomaba decisiones irracionales. Ordenó a sus soldados resistir al ataque soviético de más de cinco millones de soldados. Fueron aplastados. En el verano y el otoño del 43, los ataques aliados mataron a cuarenta mil personas en los bombardeos de Ruhr, Hamburgo y Berlín.

1944 - 1945
El día D fue la mayor invasión marítima de la historia. Participaron dos mil barcos, cuatro mil lanchas y once mil aviones.
Soldados aliados cruzaban el canal de la Mancha hacia Normandía el 6 de junio de 1944. La operación era reconquistar el norte de Europa tras cuatro años de dominio nazi. A las 6:30 am., ciento cincuenta mil hombres (entre soldados americanos, británicos y canadienses, bajo las órdenes de Montgomery) empezaron a abarrotar las playas. Cuando comenzó el ataque, Hitler pensó que era un simulacro y retuvo fuerzas para el ataque real. Los invasores se repartieron rápidamente, casi no encontraron resistencia.
A mediados de agosto, los aliados ya tenían Normandía y atravesaban Francia. El aparato de guerra nazi comenzaba a fallar. A mediados del 44 ,la ofensiva aérea de los aliados había conseguido minar la producción alemana de aviones y combustible, en contraste con los británicos que producían gran cantidad de aeroplanos.
Los alemanes desarrollaron armas secretas: las bombas volantes. La primera fue la V-1, que alcanzaron a Gran Bretaña en junio. Lograron matar a más de cinco mil personas. En julio, un grupo de oficiales y civiles alemanes, consternados por las derrotas en el campo de batalla y por las atrocidades cometidas, intentaron dar un golpe. Pusieron una bomba en el cuartel de Hitler en Prusia, donde resultó herido levemente. Los ocho golpistas fueron estrangulados y colgados en ganchos de carne. Otras cinco mil personas fueron ejecutadas. La segunda arma secreta fue la V-2. En Septiembre de 1944, los alemanes lanzaron la primera V-2.

Rommel, el héroe de África, se suicidó y Hitler ya no confiaba en nadie. La URSS venció a los alemanes en 1944. Se liberó Leningrado. En mayo, Hitler ordenó la retirada de Rusia. Los soviéticos persiguieron a los alemanes y tomaron Albania. El 19 de agosto estalló en París un alzamiento armado. Hitler ordenó quemar la ciudad, pero el comandante de la guarnición desobedeció. El 25 de agosto, se rindió al general Leclerc. Tras cuatro años de ocupación, París era libre. Horas después, de Gaulle era aclamado, su comité de liberación nacional se había autoproclamado gobierno provisional de Francia. La República no ha dejado de existir, dijo.

Acusaron y juzgaron a los colaboracionistas de alemanes. Nueve mil ciudadanos fueron ejecutados por sumario y setecientas tras un juicio. La traición fue castigada.
El 5 de junio, los aliados entraron a Roma. Las multitudes aclamaron a los soldados. Florencia permaneció bajo el dominio alemán hasta agosto. Durante cinco años de ocupación alemana, se asesinó al veinte por ciento de la población polaca. A finales de julio de 1944 las fuerzas soviéticas llegaron a las afueras de Varsovia. El 1 de agosto, el ejército rebelde polaco se rebeló contra los alemanes. A los pocos días habían recuperado la ciudad. El ejército rojo se detuvo y los alemanes atacaron Varsovia. Los polacos resistieron sesenta y tres días antes de rendirse. Doscientos mil habitantes murieron, la ciudad estaba en ruinas.
El 18 de octubre, Hitler ordenó el reclutamiento de todos los hombres sanos entre 16 y 60 años. En diciembre lanzó una ofensiva masiva. Invadió Luxemburgo y Bélgica, rodeando a divisiones americanas. El 23 de diciembre, miles de aviones aliados bombardearon a los soldados alemanes y sus vías de suministro. Patton liberó Bastogne.
El 3 de enero del 45, las fuerzas aliadas en tierra contraatacaron. Cinco días después, los alemanes congelados y tristes se retiraron. Murieron ciento veinte mil. En otro frente, el 20 de octubre de 1944, cien mil soldados norteamericanos desembarcaron en la Isla Filipina para establecer una base desde donde recuperar todo ese país. La batalla de tres días fue el mayor encuentro naval de la historia. Japón perdió 36 barcos y la batalla terminó con la armada imperial. En esta ocasión aparecieron los ataques kamikaze, pilotos suicidas que intentaban hundir los barcos estrellándose contra ellos. El 3 de marzo cayó Manila. Los japoneses perdían las Filipinas y, en febrero, las islas Marshall. En abril, los aliados desembarcaban en Nueva Guinea. En junio, los norteamericanos invadieron Saipan, islas Marinas. Guam cayó en agosto.
Los alemanes ocuparon Hungría en marzo de 1944. Seis años antes, las autoridades húngaras se negaron a deportar judíos a los campos de concentración. Los nazis pusieron entonces un gobierno títere y los judíos de Hungría fueron despojados de sus propiedades, obligados a llevar la estrella amarilla y condenados a guetos antes de ser enviados a campos de concentración. Cuatrocientos treinta y cuatro mil judíos fueron llevados a Auschwitz, la mayoría terminó en la cámara de gas.
Cuando el ejército rojo invadió Hungría en 1945 y capturó a los soldados alemanes. De 750 mil judíos, habían sido asesinados 550 mil.
El 30 de abril de 1945, Hitler se suicida en su búnker en Berlín, invadido por las tropas rusas. El 7 de mayo en Reims, y al día siguiente en Berlín, generales alemanes firman la capitulación sin condiciones de todos los ejércitos del Reich Aleman.
La guerra aún continuaba en el Pacífico. El 6 de agosto, un bombardero estadounidense arroja sobre Hiroshima la primera bomba atómica de la Historia, que destruye por completo la ciudad y se lleva la vida de 250.000 seres humanos. El 9 de agosto, se arroja una segunda bomba atómica sobre Nagasaki. El 14 de agosto de 1945, el gobierno japonés se rinde incondicionalmente.



Costes y consecuencias de la guerra
Con la capitulación japonesa, el mundo inició una nueva etapa a la que llegaba con un espectacular cambio de panorama respecto a la situación de 1939. En 1945, el mundo tenía abiertas graves heridas, la posición de cada uno de los principales componentes de la comunidad internacional era distinta y ésta pretendía organizarse de acuerdo con reglas nuevas.
La cifra de muertos como consecuencia de la Segunda Guerra Mundial no puede determinarse de forma absolutamente precisa pero es muy posible que llegase a alcanzar los 60 millones de personas, al menos cuatro veces más que el número de muertos producidos durante el conflicto de 1914-1918. Como es lógico, este balance debe ponerse en relación con la potencia destructiva de las armas y el carácter de guerra total que tuvo desde el mismo momento de su iniciación o en un momento inmediatamente posterior.
Si se examinan esas cifras contabilizándolas por naciones, el resultado puede parecer algo sorprendente porque alguno de los vencedores cuenta entre quienes más padecieron en el conflicto. La cifra de ciudadanos de la URSS muertos como consecuencia de la guerra se eleva a 20 millones de personas (y quizá incluso un 25% más) de los que tan sólo un tercio serían militares. Porcentualmente, esa cifra supondría al menos el 10% del total de los habitantes de la URSS, pero en el caso de Polonia los seis millones de muertos representan todavía una cifra muy superior, el 15%. En esos porcentajes se incluye la población judía de ambos países. El tercer lugar en el grado de sufrimiento producido por la guerra corresponde a Yugoslavia, cuyo número de muertos (de un millón y medio a dos) derivó de la existencia de una guerra civil en la que el componente étnico jugó un papel primordial.
Estos tres países pueden ser considerados entre aquellos que resultaron vencedores en la guerra. Los demás que se alinearon en ese mismo bando tuvieron un número mucho más reducido de muertos. Francia, ocupada en su totalidad por los alemanes, experimentó 600.000 muertos, mientras que Gran Bretaña sufrió 500.000 pérdidas. La gran diferencia respecto a los padecimientos de la Primera Guerra Mundial de estos dos países radica en el número de muertos civiles. Gran Bretaña, que no los tuvo en 1914-1918, ahora, en cambio, padeció unos 60.000 como consecuencia de los bombardeos. Del conjunto de los aliados, los Estados Unidos resultaron ser los mejores parados, con 300.000 muertos, todos ellos militares.
De los países vencidos en la contienda, el mayor número de muertos le correspondió a Alemania, con algo menos de cinco millones. El peso del Ejército en este número de bajas se aprecia en el hecho de que existió durante mucho tiempo un mayor número de mujeres que hombres en Alemania (todavía en 1960 existían 126 mujeres por cada 100 hombres). Dos millones de japoneses murieron como consecuencia de la guerra, una cifra inferior también en términos porcentuales. La población civil japonesa tan sólo padeció la guerra en los meses finales de la misma.
Las muertes producidas por la guerra constituyen tan sólo una parte de sus consecuencias. Como resultado de la misma hubo, principalmente en Europa, 30 millones de desplazados, un tercio de los cuales fueron alemanes que sufrieron de forma directa las consecuencias de la doctrina que les había llevado a lanzarse a una nueva expansión hacia el Este. Quienes habían expulsado a la población autóctona (por ejemplo, en los Sudetes checos) se vieron, a su vez, obligados a emigrar ahora. También una cifra elevada de japoneses pasó por idéntica experiencia. Ambos países descubrieron en la posguerra que podían lograr un lugar mucho más confortable en el mundo de la posguerra renunciando a la expansión territorial e intentando un desarrollo económico que resultaría espectacular en ambos casos.
Sin embargo, por el momento la situación en que se encontraron esos dos países no tenía nada de reconfortante porque la destrucción padecida fue muy superior a la que sufrieron los beligerantes durante la Primera Guerra Mundial. En Alemania, el nivel de producción industrial se retrotrajo a las cifras de 1860, mientras que en el Ruhr, la zona más castigada, quedó limitada al 12% de las cifras de la etapa prebélica. Japón sólo se vio afectado de manera decisiva por la guerra en su fase final pero la producción se redujo en un tercio. La Flota mercante quedó reducida a una dieciseisava parte del tonelaje de 1941. Un 40% de la superficie urbana quedó destruida, como consecuencia de los bombardeos norteamericanos, especialmente destructivos cuando las bombas se empleaban ante una frágil arquitectura como la existente en el archipiélago.
Pero las consecuencias de la guerra no fueron crueles solamente para los vencidos, sino también para los vencedores y ello en los más diversos terrenos. Francia, primero derrotada y luego vencedora, pudo considerar arruinadas aquellas instituciones que durante muchos años no sólo ella sino la totalidad del mundo había podido considerar como la ejemplificación señera de la libertad política. Al concluir la guerra, había muerto la Tercera República, cuyas instituciones necesitaban transfigurarse por completo para adaptarse a la realidad de un mundo nuevo. Gran Bretaña había sido quien, con su decisión durante el verano de 1940, consiguió detener el avance nazi en el momento mismo en que todo el mundo la consideraba derrotada. Nunca, sin embargo, recuperaría ni tan siquiera la sombra de su poder de otros tiempos. En los instantes finales de la guerra estaba en la ruina: su deuda equivalía al triple de la renta nacional anual y por vez primera en mucho tiempo carecía de partidas invisibles con las que compensar una balanza comercial deficitaria porque las había liquidado en los años precedentes. Poco tiempo pasaría hasta que se hiciera patente de forma abrumadora la necesidad de considerar inevitable la liquidación del Imperio.
Frente a la decadencia de estas dos potencias europeas, dos gigantes estaban destinados a dominar el mundo de la posguerra. Los Estados Unidos no representaban más que un 7% de la superficie del globo, pero producían tanto como el resto en conjunto. Incluso en aquellos sectores en los que con el paso del tiempo se demostraría su debilidad relativa (como el petrolífero) el porcentaje de su producción se acercaba a un tercio de la mundial. De este modo, el mundo posterior a 1945 tenía que ser el de la hegemonía norteamericana. También fue el mundo de la hegemonía soviética, aunque ésta en realidad fue mucho más aparente que real. En efecto, por grandes que fueran los temores a su expansión, lo cierto es que la URSS había padecido mucho más que el resto de los vencedores. Por otro lado, en esta guerra, la Unión Soviética perdió el monopolio de su condición de única potencia revolucionaria del mundo: aunque eso de momento pudo parecer no tan grave. Con el transcurso del tiempo, China (y, en menor grado, Yugoslavia) se convertirían en rivales, más que en colaboradores. La URSS, cuyo protagonismo en la guerra fue decisivo, salió de ella con una convicción en su capacidad de liderazgo e incluso con el convencimiento de que podría llegar a superar a su adversario capitalista. Sólo con el transcurso del tiempo acabaría descubriendo que podía competir en el terreno militar, pero que era incapaz de hacerlo en otros campos a la larga mucho más decisivos, como el económico y el tecnológico.
Por último, hay que tratar de los cambios territoriales que tuvieron lugar en el mundo como resultado de la guerra. Este conflicto, en efecto, supuso escasas modificaciones de las fronteras, en comparación con los de otros tiempos, aunque tuviera una repercusión mucho más duradera en la configuración global del mundo.
La última de las reuniones de los grandes líderes mundiales aliados tuvo lugar en Potsdam, durante la segunda quincena de julio de 1945, cuando estaba reciente la derrota de Alemania pero todavía se pensaba que la japonesa podía resultar remota. Estuvo presente Truman, sustituyendo a su predecesor Roosevelt, y, a la mitad de la conferencia, debió retirarse Churchill a quien, por decisión del elector británico, le era negado el poder de moldear el futuro, después de haber tenido tan decisivo protagonismo durante toda la contienda. Ya se ha mencionado la relevancia de esta reunión en lo que respecta a la intervención soviética contra Japón y al descubrimiento de la bomba atómica por los norteamericanos, que Stalin conocía ya. Pero Potsdam supuso también una solución a la cuestión decisiva para la posguerra, la de Alemania, que, sujeta a un tratado de paz posterior, quedó contenida en una fórmula definitiva. En efecto, se acordó hacer retroceder su frontera oriental hasta la línea marcada por los ríos Oder y Neisse y se toleró en la práctica que los soviéticos empezaran a aplicar, por su cuenta y riesgo, un plan de reparaciones sobre la parte que le había correspondido.
Lo primero supuso una emigración masiva hacia Occidente de millones de alemanes y ello, a su vez, trajo como consecuencia que se abandonara cualquier veleidad de convertir a Alemania en un país exclusivamente rural. El mantenimiento de la industria resultaba imprescindible para la subsistencia de la población, por mucho que la solución citada pudiese resultar tentadora. Por otro lado, los soviéticos se apoderaron de las fábricas de su zona de ocupación en el Este de Alemania y, en muchos casos, las trasladaron a su propio país. La ausencia de sintonía entre las potencias democráticas y los soviéticos hizo imposible un acuerdo definitivo en éste y otros muchos puntos, por lo que los acuerdos sólo pudieron ser parciales, provisionales o incompletos. Se previó la existencia de una conferencia de ministros de Asuntos Exteriores, que se reunió en Moscú en 1945 y en Nueva York en 1946. En la capital francesa se suscribieron los tratados de paz relativos al Este de Europa e Italia, mientras que hubo que esperar hasta 1951 para que en San Francisco se firmaran los relativos al Japón, momento en que ya no estuvieron presentes los nuevos países comunistas.
Los cambios territoriales en la Europa Oriental resultaron relativamente modestos, aunque ratificaron e incrementaron las ventajas que la Unión Soviética había logrado por los acuerdos con Hitler de 1939. Basta decir que la URSS obtuvo el Norte de la Prusia Oriental (que le proporcionaba una salida al Báltico), la Carelia finlandesa, la zona de Petsamo (que le aportaba una frontera con Noruega) y una base temporal (Porkkala) en territorio finés. Además, los soviéticos se anexaron Rutenia, el extremo oriental de Checoslovaquia. En cuanto a Italia, perdió sus colonias, que se independizaron (Libia, Somalia) o fueron incorporadas a otros países: Eritrea, a Abisinia; las islas del Dodecaneso, a Grecia.
En el resto del mundo, los cambios fueron también, en apariencia, pequeños. En el Medio Oriente, por ejemplo, Líbano y Siria lograron su independencia, mientras que la llegada de oleadas de inmigrantes judíos askenazis, procedentes de Europa del Este, tuvo como consecuencia que el Estado de Israel tuviera una condición mucho más beligerante que antes respecto a la población palestina. Lo decisivo, de todos los modos, fue el impulso inicial dado a la descolonización, movimiento un tanto contradictorio por el momento, pues a las promesas de japoneses y norteamericanos de independencia para las colonias se sumó, en esta circunstancia, la victoria de las potencias colonizadoras. De ahí que, por ejemplo, Filipinas consiguiera la independencia y que, por el contrario, los norteamericanos, después de haber apoyado la de Indochina, acabaran por apoyar el mantenimiento de la presencia francesa en aquellas tierras. Japón volvió a sus fronteras de mediados del siglo XIX, cediendo Formosa, Corea, Manchuria y las islas del Pacífico. Pero, mucho más importantes que estas nuevas fronteras territoriales, fueron las consecuencias de la división ideológica del mundo en dos partes enfrentadas.

JUICIOS DE NUREMBERG
Este proceso comienza con una sesión preliminar en Berlín, el 18 de octubre de 1945, presidida por el juez militar ruso Nikitchenko. Pero el proceso como tal en contra los principales culpables de crímenes contra la paz, de crímenes de guerra y de crímenes contra la humanidad se celebró entre el 20 de noviembre de 1945 y el 1 de octubre de 1946 en el Palacio de Justicia de la ciudad de Nuremberg. Lamentablemente muy pocos responsables de la barbarie alemana fueron juzgados e incluso muchos jerarcas nazis lograron evitar ser atrapados. A Nuremberg llegaron las caras más conocidas del III Reich, al menos, aquellas personas que aún seguían vivas al momento de celebrarse el proceso. Himmler, Goebbels y el propio Hitler se habían suicidado para evitar ser juzgados; solo Göring llegó vivo a Nuremberg en su condición de gran jerarca nazi.
Se escogió la ciudad de Nuremberg por una cuestión práctica: en Berlín no había quedado en pie ningún edificio que pudiera albergar un procedimiento judicial de estas características, pero Nuremberg poseía un palacio de justicia con una sala capaz para 600 personas, contiguo a un gran centro penitenciario en el que se podía recluir a los detenidos y con un acceso a la sala, que, por una parte, evitaba todo contacto no deseado de los dirigentes nazis, y por otra, hacía completamente seguros los traslados de los presos desde las celdas al tribunal.
Nuremberg ofrecía además, un aliciente añadido: había sido la sede de las grandes manifestaciones; allí habían desplegado todos sus símbolos y banderas aclamadas por multitudes, y allí se había aprobado las leyes más racistas del III Reich. El ingrediente simbólico también era importante.

El Holocausto Judio

“Holocausto” es una palabra de origen griego que significa “sacrificio por fuego” . El Holocausto fue la persecución y asesinato de seis millones de judíos por parte del gobierno nazi. Todo esto se realizó basado en la creencia que tenían los alemanes de que eran una raza superior, y por tanto, los judíos eran una raza considerada inferior y merecían morir.Además de judíos, los alemanes también consideraban razas inferiores a los gitanos, los discapacitados y algunos grupos eslavos como polacos y rusos. Por razones políticas otros grupos perseguidos fueron los homosexuales, los testigos de Jehová, los comunistas y los socialistas.Antes de empezar la Segunda Guerra Mundial, los alemanes ya habían creado campos de concentración para encarcelan a todos los grupos perseguidos.
Durante la guerra, los nazis crearon los ghettos, campos de detención temporal y campos de trabajos forzados. En ellos, forzaban a la población judía a vivir en condiciones realmente miserables. Los aislaban de la población no judía así como de las otras comunidades judías. Los nazis crearon más de 400 ghettos.Entre 1942 y 1944, los nazis deportaron a millones de judíos desde los territorios ocupados a los campos de exterminio, donde fueron ejecutados en instalaciones diseñadas especialmente para ello.Los alemanes nazis obligaban a los judíos a realizar trabajos forzados para el gobierno alemán, así como a llevar insignias que los marcaban como judíos.
Algunos ghettos importantes fueron los de Varsovia (donde ocurrió la sublevación más importante en el año 1943), Vilna, Bialystok, Czestochowa y Lodz.Durante los últimos meses de guerra, muchos prisioneros de guerra fueron trasladados en las llamadas “marchas de la muerte” para evitar la liberación de éstos por parte de los aliados.Los crímenes cometidos durante el Holocausto devastaron la mayoría de las comunidades judías de Europa.

TODO SE APROVECHA, HASTA LAS CENIZAS
Las crecientes necesidades de la industria de guerra fueron cubiertas por la población civil deportada de los países vencidos. Procedentes de éstos, más de 20 millones de personas fueron esclavizadas -en su mayor parte rusos y polacos- aportando pingües beneficios a las empresas que los empleaban y a las SS. Los empresarios solían pagar entre 3 y 6 marcos por trabajador y día a las SS, y estas apenas se gastaban 0,35 marcos diarios de manutención. Cuando el prisionero había sido reducido a un deshecho humano, inútil para el trabajo, era liquidado, rindiendo su último tributo al Reich: se comercializaba su grasa para hacer jabón, sus huesos para fabricar fertilizantes, sus cabellos para la industria textil... Sólo el campo de Auschwitz entregó 60 toneladas de cabello a la fábrica de fieltro Alex Zink, que pagó por ellas 30.000 marcos; 7.000 kilos más, preparados para su envío, hallaron los soviético al ocupar el campo. Hubo empresas que se constituyeron para aprovechar los últimos residuos humanos, como la acción Reinhard, que adquiría a las SS cuantas pertenencias de los prisioneros pudieran ser comercializadas: relojes, cadenas, joyas, dientes, etc.

Todo se clasificaba, limpiaba, reparaba, catalogaba, almacenaba. Luego se servían los pedidos a empresas interesadas. Fue próspera la venta de abrigos, botas, impermeables, jerseys y ropa interior de calidad. Debieron tener poca solicitud los juguetes, los trajes de mujer y de hombre, los objetos personales y las maletas... Cuando los soviéticos entraron en los campos polacos hallaron millones de maletas, perfectamente clasificadas y, en muchísimos casos, con el nombre de sus propietarios y su remite.

LAS CIFRAS INCONFESABLES
El más prestigioso biógrafo de Hitler e historiador del III Reich, Alan Bullock, en su obra Hitler y Stalin, vidas paralelas, publicada en Londres en 1991, eleva a 18 millones las víctimas del terror nazi. En esta cifra se incluirían los civiles muertos en los bombardeos, en los ataques contra los ciudadanos, en las represalias contra las acciones guerrilleras, en las persecuciones étnicas contra judíos y gitanos, en el agotamiento hasta la muerte de poblaciones deportadas y prisioneros de guerra. Aunque las cifras siguientes son solo orientativas, dan una idea clara del inmenso crimen nazi.


Paises Cifras de Victimas
Unión Soviética 7.500.000
Polonia 5.000.000
Yugoslavia 1.500.000
Francia 300.000
Hungría 250.000
Benelux 150.000
Checoslovaquia 110.000
Grecia 100.000
Italia 70.000
Reino Unido 60.000
Alemania 2.000.000



























jueves, 16 de abril de 2009

Webquest: RAYOS Y CENTELLAS: 1º año medio









"Mis pies congelados
sobre el blanco mármol

que recubre la casa,

gélida forma del presente

despiadada manera de seguir"

Reconocer los diferentes tipos de Climas existentes en nuestro país y entender como ciertos factores van interviniendo y modificando el clima de un lugar resulta una tarea fundamental para la población que habita a lo largo y ancho de esta franja de tierra. No solamente se trata de reconocer los tipos de climas, resulta más importante aún, saber como las condiciones climáticas afectan la vida cotidiana de quienes habitan este territorio. Lluvias torrenciales, granizos, nevadas, sequías, etc. son riesgos naturales derivados del Clima, a los que la población chilena esta constantemente expuesta.

¿CUÁL ES VUESTRA MISIÓN?



TAREA: Ustedes pertenecen a un grupo de diferentes científicos que estudian el comportamiento y efectos del clima en diferentes zonas geográficas de nuestro país. Cada región se encuentra expuesta a una catástrofe natural debido al calentamiento global, sus actuales condiciones climáticas se han agudizado y ponen en riesgo a miles de habitantes. Vuestro grupo de especialistas deberá salvar a una de las regiones expuestas investigando y elaborando propuestas que eviten o disminuyan el riesgo al que se ve enfrentada la población.




Manos a la obra; debes seguír cada uno de los siguientes pasos si deseas obtener buenos resultados en tu misión.




PROCESO:



1- Deberan asignar sus roles: uno de los integrantes será el meteorologo y el encargado de informática y el otro será el prevencionista en riesgos y estará encargado del apoyo visual.



2- Luego deberán recopilar toda la información posible que les permita plantear las bases teoricas de vuestra investigación: los potenciales efectos del clima en una zona geográfica y el impacto sobre la población.



3- Deberán reconocer los diferentes tipos de climas que se presentan en la región escogida, los desastres naturales que podrían desatarse como consecuencia de una acción violenta del clima y los efectos que estos pudiesen tener sobre la población que habita la zona, para ello previamente deberán reconocer algunas de las ciudades más expuestas de la región.



4- Deberán diseñar al menos dos propuestas para prevenir a la población frente a los potenciales riesgos naturales, las que se plantearan con argumentos bien fundamentados.



5- Deberán realizar una presentación sintetizada en formato power point para ser expuesta al resto del curso.




6- Anexos que debe incluir el trabajo: un mapa y un climograma, de la región elegida, además de un glosario con veinte conceptos relacionados al clima.



RECURSOS

http://www.meteochile.cl/

http://web.imactiva.cl/descargas/mim/tierra/glosario.html#

http://www.mapasdechile.com/clima_region02/index.htm

http://www.portalplanetasedna.com.ar/desastres03.htm

http://www.portalplanetasedna.com.ar/tierra_01.htm

http://www.biografiadechile.cl/detalle.php?IdContenido=652&IdCategoria=29&IdArea=208&TituloPagina=Historia%20de%20Chile&pos=5

http://www.atmosfera.cl/HTML/temas/huracanes/hur1.htm

http://www.editec.cl/mchilena/agosto2003/Articulo/avalamchas.htm

http://es.wikipedia.org/wiki/Santiago_de_Chile

http://www.rlc.fao.org/proyecto/gcp/rla/126/jpn/ciren/chi_nathaz.htm

http://www.vi.cl/mapasregionesdechile

http://perl.ajusco.upn.mx:8080/miayudante/juegos/crucigrama



EVALUACIÓN

Los indicadores que se evaluaran serán los siguientes:

- trabajo en equipo

- adecuación a los tiempos asignados

- dedicación y preocupación por la investigación

- adecuada selección de la información y de la región que se trabajará.

- relevancia del proyecto y de las propuestas planteadas

- relevancia de las conclusiones extraidas de la investigación

- presentación formal del resultado del trabajo frente al resto del curso


CONCLUSIONES

Al final de la investigación ustedes deberían reconocer diferentes tipos de climas presentes en una zona geográfica, el impacto que estos pueden tener sobre el espacio geográfico y por ende sobre la población que habita el lugar. Aprenderan además a elaborar propuestas fundamentadas sobre la prevención de riesgos frente a potenciales de la naturaleaza